En mi vida he escuchado muchas opiniones acerca de cómo llevar una alimentación saludable. Muchas tienen aspectos positivos y otras presentan un tanto de exageración o carencia de información. Y es que es muy difícil lograr el tan mentado equilibrio entre lo rico y lo saludable; más aún cuando somos bombardeados por todo tipo de información que propicia, la mayoría de las veces, a que llevemos una alimentación errada.
Pero, ¿cómo distinguir entre todo ese mar de informaciones los parámetros que debemos tomar en cuenta a la hora de planificar nuestro menú?. Volvamos a las bases, desde mi punto de vista la lógica y el sentido común no deben ser subestimados. ¿Quién no ha recibido alguna vez un correo electrónico que tiene como objetivo redescubrir una semilla o fruto maravilloso que hará que pierdas peso en poco tiempo ofreciéndote un sin fin de propiedades benéficas?. Si de retomar la alimentación de nuestros ancestros se trata yo me atrevería a decir que incluso en tiempos anteriores a los nuestros existió la buena y la mala alimentación. Ésta última seguramente condicionada al factor climático que permitió la ausencia o la presencia de alimentos saludables y/o perjudiciales para nuestra salud. Por lo que no considero que exista una platillo mágico que te llevará por la senda de la salud y el bienestar físico. Entonces, ¿cuál es el secreto? En mi opinión una sola palabra, muy fácil de intuir pero muy difícil de alcanzar: Equilibrio.
Todo lo bueno en esta vida se logra con equilibrio; por ejemplo, si quieres ser un buen trabajador debes hallar el equilibrio adecuado entre horas de trabajo productivas y las horas de descanso efectivas. De igual manera, si deseas llevar una buena alimentación debes procurar el balance apropiado de alimentos que proporcionarán el bienestar que tu cuerpo necesita. Pero ¿cómo lograr eso cuando existen opciones deliciosas a nuestro paladar pero perjudiciales para nuestra salud?. Ya me tocó ver comer a muchas personas con remordimiento y a otras tratando compensar una comida copiosa repleta de calorías con mucho ejercicio físico para aliviar su sentimiento de culpa. En mi opinión no debería llegarse a ese punto yo creo firmemente que es posible comer saludable y rico al mismo tiempo, comida para todas las edades, para todas las estaciones del año y sobre todo para todos los bolsillos. No creo que la abstinencia sea la única alternativa para comer saludable, pero sí la moderación.
Todos sabemos que comer frutas y verduras es bueno para nuestra salud, que comer granos y semillas nos proporcionarán nutrientes y energía saludable para nuestro cuerpo. Pero ¿y el sabor? Debe dejársele a un lado, sacrificándolo a costa de la salud. De ninguna manera!. Es posible tener ambos y este blog se dedicará de ahora en adelante a proponer alternativas que combinen ambas cosas. No se necesitan muchos ingredientes o especias para cambiarle el sabor a los alimentos saludables que no nos agradan pero si creatividad para poder combinarlos y cocinarlos de manera que los sabores armonicen y sean agradables a nuestro paladar. Creo feacientemente que no existen alimentos feos sino mal preparados. Lo único que se necesita son buenos ingredientes y un poco de creatividad para cocinarlos. El resto cae por su propio peso.
Bien pues mi querido lector, si deseas llevar una alimentación saludable y tienes posibilidad de cocinar tu propia comida te invito a probar estas recetas que no tienen como objetivo preparar platillos complicados y si opciones creativas que te permitirán degustar alimentos saludables, no en búsqueda solamente de la pérdida de peso (si esto ocurriera sería una consecuencia) y si de llevarte por el sendero de la alimentación responsable.
En caso usted padezca de alguna enfermedad o necesite de alimentación especial, consulte a su médico antes de probar cualquier receta.
¡A cocinar se ha dicho!
que interesante :)
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